Pastor Maldonado es un piloto rapidísimo en un día acertado pero que con frecuencia juega con los límites de la física, de ahí que este año los haya traspasado varias veces dando con su coche contra el muro. La parte buena es que cuando logra quedarse dentro de las reglas invisibles que sustentan la velocidad suele dar alegrías a su equipo como la que proporcionó el sábado.
El piloto de Maracay poco a poco va cogiéndole la medida a la categoría y a pesar de sus comienzos titubeantes en la F1 va dejando perlas de su saber hacer. Lástima que su Williams no esté a la altura, pero Pastor aún no ha dado ni un paso atrás. Avanza.
El Williams FW33 parece haber nacido mal y sus dos pilotos sufren un coche que no es el que esperaban, a pesar de todo el piloto de Maracay no hace más que avanzar con la mejor clasificación lograda en la F1 hasta el momento tanto en la tanda clasificatoria como en carrera. En la clasificatoria logró meter su monoplaza en la Q3 consiguiendo una lustrosa novena plaza en parrilla. Desgraciadamente sufrió una mala adaptación a los compuestos más duros de Pirelli, deslizándose por la tabla final hasta la decimoquinta posición que sigue siendo su mejor resultado hasta el día de hoy.
Para ganar carreras hay que acabar carreras y aunque Pastor no esté en disposición de vencer, ya comienza a terminarlas superando incluso a su compañero Rubens Barrichello.
A pesar de todo el de Maracay se exige más y declara “no tuve una buena salida y perdí varias posiciones: el coche aún no responde como es debido al arrancar, y esa es una de las cosas que debemos mejorar urgentemente. Al principio de la carrera llevaba un buen ritmo con las gomas blandas, incluso por encima de los Sauber, pero al cambiar a gomas duras, simplemente nos fuimos hacia atrás. El set up del no respondió al cambio de neumáticos y se tornó muy complicado de manejar” manifestó Pastor al analizar la carrera, que perdió hasta cuatro puestos en la salida. A pesar de esto, avanzó hasta el puesto diez durante la carrera hasta que llegaron las ruedas duras y ahí fue donde perdió ritmo de manera irremediable hasta su decimoquinta plaza final.
El rookie acabó contento con la estrategia de su escudería “con esto no hubo problemas, lo que sucede es que aún estamos muy pero muy limitados con el monoplaza que tenemos y ante ello no hay estrategia que valga. Para Mónaco veo las cosas complicadas: creo que podremos ir por una buena clasificación pero no tanto para la carrera. De todos modos hay que seguir trabajando para seguir avanzando”.
Pastor Maldonado conoce el circuito de Montecarlo como la palma de su mano y era enormemente respetado por los pilotos de GP2 por su demoledora eficacia allí. No sería de extrañar que diese la sorpresa ante lo complicado de los adelantamientos por las calles monegascas.
Fuente: car and driver, the f1.
Por Jose M. Zapico
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