VERGÜENZA
El 2 a 1 en Munich debería ser un resultado bastante positivo para el conjunto de Prandelli, pero el sabor que quedó luego de la derrota no puede que ser amargo.El problema es que, como quedó dicho, por culpa de un referí y un juez de línea vergonzosos, Bayern pudo aprovechar de tres regalos que le permitieron vencer.Pero vallamos por pasos: Fiorentina empezó muy bien el partido y arrinconó a los alemanes, si bien no logró ser muy efectiva y eficaz en la delantera. Un par de ocasiones claras llegaron, pero Gilardino y Marchionni las desperdiciaron malamente.Luego salió el local, más con fuerza física que con ideas y buen fútbol. De todas maneras, eso le alcanzó para lograr anotar el 1 a 0 con un penal cobrado justo al último segundo de descuento de la primera etapa y anotado por Robben. Sin embargo, en el complemento la Fiore logró igualar enseguida, con Kroldrup en jugada de tiro de esquina.El match se volvió bastante feo, trabado en la mitad y con dos equipos evidentemente cansados y sin mucha inspiración. Los que mostraron mucho estro, entonces, fueron el referí y uno de sus jueces de línea, quienes juntos decidieron la ridícula expulsión directa de Gobbi (no hubo ningún codazo), mientras poco después le hicieron la gracia a Klose, quien debía ser expulsado por una tremenda patada a Felipe, pero sólo fue amonestado.Sobre la hora, la flor en el ojal: al minuto 88, Robben remató desde el límite, Frey atajó, Olic llegó apenas antes del último defensor de Fiorentina y conectó el balón a la altura del punto del penal, para enviarlo sobre la cabeza de Klose, quien parado sobre el límite del área chica desde cuando el portero había atajado el primer remate, la tocó y la metió adentro. Había dos metros de "off-side", que se vieron hasta desde la posición más remota en las tribunas.Ahora Prandelli y sus muchachos prepararán un difícil regreso, mientras que los hinchas violetas se preguntan como puede seguir dirigiendo un referí que le costó un partido del Europeo a Italia (contra Rumanía, gol regular anulado a Toni) y la semifinal de Champions League del año pasado a Chelsea (tres penales evidentes para los Blues no cobrados). ¡Que vergüenza!
El 2 a 1 en Munich debería ser un resultado bastante positivo para el conjunto de Prandelli, pero el sabor que quedó luego de la derrota no puede que ser amargo.El problema es que, como quedó dicho, por culpa de un referí y un juez de línea vergonzosos, Bayern pudo aprovechar de tres regalos que le permitieron vencer.Pero vallamos por pasos: Fiorentina empezó muy bien el partido y arrinconó a los alemanes, si bien no logró ser muy efectiva y eficaz en la delantera. Un par de ocasiones claras llegaron, pero Gilardino y Marchionni las desperdiciaron malamente.Luego salió el local, más con fuerza física que con ideas y buen fútbol. De todas maneras, eso le alcanzó para lograr anotar el 1 a 0 con un penal cobrado justo al último segundo de descuento de la primera etapa y anotado por Robben. Sin embargo, en el complemento la Fiore logró igualar enseguida, con Kroldrup en jugada de tiro de esquina.El match se volvió bastante feo, trabado en la mitad y con dos equipos evidentemente cansados y sin mucha inspiración. Los que mostraron mucho estro, entonces, fueron el referí y uno de sus jueces de línea, quienes juntos decidieron la ridícula expulsión directa de Gobbi (no hubo ningún codazo), mientras poco después le hicieron la gracia a Klose, quien debía ser expulsado por una tremenda patada a Felipe, pero sólo fue amonestado.Sobre la hora, la flor en el ojal: al minuto 88, Robben remató desde el límite, Frey atajó, Olic llegó apenas antes del último defensor de Fiorentina y conectó el balón a la altura del punto del penal, para enviarlo sobre la cabeza de Klose, quien parado sobre el límite del área chica desde cuando el portero había atajado el primer remate, la tocó y la metió adentro. Había dos metros de "off-side", que se vieron hasta desde la posición más remota en las tribunas.Ahora Prandelli y sus muchachos prepararán un difícil regreso, mientras que los hinchas violetas se preguntan como puede seguir dirigiendo un referí que le costó un partido del Europeo a Italia (contra Rumanía, gol regular anulado a Toni) y la semifinal de Champions League del año pasado a Chelsea (tres penales evidentes para los Blues no cobrados). ¡Que vergüenza!
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