La copa de Texeira (Diario As- Tomás Roncero)

Tomás Roncero | 26/01/2012
Orgullo madridista. Todos los niños del mundo ya saben desde anoche por qué el Madrid es el mejor equipo de toda la Historia. Cuando algunas portadas le perdían el respeto hasta atreverse a afirmar que "hay que rematarlos", el equipo que gestó Santiago Bernabéu se levantó como un coloso en el estadio del equipo que lleva tres años acaparando todos los elogios. El Madrid se adueñó del balón, del fútbol, de la actitud, de la valentía, de la ambición, del manejo de los tiempos, del orgullo... Sólo le falló la pegada después de media hora celestial que hubiera merecido la Puerta Grande de Las Ventas. El Barça estaba sin aire en los pulmones, amedrentado ante un rival encorajinado y encauzado con maestría por un Özil de Balón de Oro y un Cristiano que firmó el mejor partido que le haya visto jamás. Cristiano es un Dios del fútbol y ayer disipó todas las dudas que se pudieran tener en torno a su imperial figura. El Madrid fue ingeniero y obrero a la vez, el Barça bastante tenía con ser testigo para poder contárselo a sus nietos. Y con 2-0 (la mayor injusticia jamás contada) emergió el Madrid de toda la vida, el que muere de pie, el que explica que su leyenda aún perdure por los cinco continentes. Con 2-2, las camisetas azulgrana se empequeñecieron mientras que Puyol defendía como podía el orgullo culé ante un enemigo que era un dragón de mil cabezas...

Villarato eterno. Ya les avisé hace poco que el Villarato reaparecería en los días de la verdad, cuando los títulos estuviesen en juego. Teixeira y sus jueces de línea hicieron una vergonzosa faena a favor del equipo de la propaganda que será recordada durante años. El Barça pareció un equipo de balonmano (mano va, mano viene), con tres penaltis de libro de Busquets, Abidal y Puyol, y la roja perdonada a Messi con toda la segunda parte por delante. Ya sé que debió echar a Lass, pero a cambio perdonó la roja a Alves (¡hizo cuatro entradas de amarilla!) y se cebó con Sergio Ramos, desterrándole de la escena para que en los minutos finales no pudiese meter el 2-3 de la gloria. Por cierto, le anuló un gol por falta (sí era), pero esa leve infracción la he visto estos años en varios goles del Barça pero a ellos ya sabemos que se les aplica otro Reglamento. Me sería imposible reproducir en esta página la colección interminable de mensajes que me llegaron de madridistas que lloraban de rabia por la injusticia tan enorme sufrida. Que el Barça y sus árbitros de cámara estén tranquilos. Ahora ya tienen barra libre para recoger esa Copa que para ellos el año pasado era un simple "chupito"...

Pepe, ok. Le sobran esas idas de olla que tanto daño le hacen a su imagen, pero cuando juega de central Pepe es uno de los mejores del mundo sin discusión. Estuvo soberbio y no dejó a Messi hacer de las suyas. Sólo sobró una pancarta infame (Pepe, jaula número 3) que debió ser retirada de la grada. Pepe, por el camino del fútbol puro vas bien y anoche recuperaste gran parte del terreno perdido en el Bernabéu.

¡Hala Madrid! Hoy más que nunca estoy orgulloso de ser del Madrid. Esto es lo que le pedíamos a Mourinho y él ha cumplido con creces. El Madrid no teme a nadie porque su escudo sagrado sigue ganando partidos con su sola presencia. La afición blanca sabe que ahora todo está en su mano: Liga y Champions. Con semejante fútbol, nadie volverá a perderle el respeto. El Madrid justifica el sentido de la vida. ETERNO REAL. Te quiero.